Un nuevo rol para un nuevo mundo
Dec 29, 2022Autor: Andrés Freudenberg
La pandemia catalizó el proceso acelerado de transformación a todo nivel en empresas e instituciones y selló el fin de una época de cambios dando paso a un cambio de época. Y con ello el desafío de reinventar el rol de quienes lideran y acompañan el desarrollo y desempeño de personas dentro de todo tipo de organizaciones.
Liderar organizaciones se ha convertido en un juego espiritual. Más que nunca antes en la corta historia de la gestión organizacional moderna (no más de 100 años), las personas de todo nivel jerárquico y generacional demandan de sus instituciones espacios que conjuguen oportunidades de satisfacción de necesidades, desarrollo profesional, crecimiento y plenitud personal y también conexión con propósitos inspiradores y altruistas más allá de la tradicional agregación de valor a accionistas y clientes.
La pandemia y la vertiginosa velocidad de las transformaciones lideradas por la revolución digital nos ha llevado a hacernos muchas preguntas. Desde ese punto de vista la pandemia ha sido un gran “coach planetario”. Muchas preguntas, más reflexión e introspección, pero menos certezas.
Como en cualquier proceso de autoconciencia y descubrimiento, salimos del piloto automático, perdemos la inocencia y cuestionamos el status quo (el nuestro y el que nos rodea). Y una de las principales reflexiones que he ido percibiendo con cientos de clientes en estos años desde la pandemia, es nuestra relación con el trabajo. Dedicamos la mayor parte de nuestro tiempo, foco y energía en nuestros proyectos profesionales. Pagar las cuentas y tener nuevos desafíos profesionales es necesario pero no suficiente. Las personas están demandando de las empresas mucho más a cambio de sus vidas.
Pero aún la mayoría de accionistas, inversionistas y muchas veces líderes empresariales ven a la empresa como un medio de generar riqueza económica para algunos y a las personas como recursos para aquello. Un coach reflexionaría sobre “quedarse atrapado en la zona de confort esperando resultados diferentes, sosteniendo paradigmas obsoletos”.
Pero un problema no puede ser resuelto bajo el mismo nivel de conciencia con el que fue generado.
Y ahí la oportunidad, y tal vez responsabilidad diría yo, de quienes lideran y gestionan áreas de personas y cultura de todo tipo de organizaciones a reinventar su juego. El posicionar sus áreas como socios estratégicos del negocio ya no basta.
Las áreas de personas y cultura están llamadas a convertirse en Coaches internos para aquellos líderes tradicionales que, encandilados como un conejo en la carretera, se entrampan en una parálisis de análisis declarando en muchos casos que ya todo va a “volver a la normalidad”.
Asimismo a actuar como un faro de visión, inspiración y oportunidad, acompañando a las personas y equipos a navegar con templanza y serenidad en un mar de incertidumbres.
Las buenas noticias son que las transformaciones inevitables y requeridas para empresas e instituciones pasan por el guiar y acompañar a las personas, desafiándolas e impulsándolas cariñosa pero firmemente hacia un nuevo nivel de logro y plenitud.
He tenido el privilegio de acompañar e impulsar como coach y consultor a miles de líderes empresariales en casi 30 años de ejercicio profesional y sinceramente creo que estamos en un momento único de elevar el aporte de valor de quienes nos desempeñamos en el ámbito de personas y cultura a un próximo nivel. Y con todo el equipo de Centro NextLevel estamos comprometidos en ese propósito. Acompañarte a construir un nuevo rol para un nuevo mundo.
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