Claves para la Gestión del Cambio

Autora del artículo: Ninoshka Fasce

Nada más claro que la adaptabilidad es una cualidad que se busca en las empresas y las personas.

Algunos clientes narran que les estresa pensar que ni bien terminan de adaptarse a un cambio, inicia otro y que es algo difícil de manejar en sus organizaciones, algunos se resisten, otros dicen estar de acuerdo, pero siguen haciendo las cosas como las venían haciendo y un porcentaje pequeño se entusiasma.

Como sociedad, producto de la pandemia, se empezó a hacer muchas cosas de manera diferente, desde las compras online, pedir a domicilio, reunirse virtualmente, hacer home office, clases online, y mil pequeños aspectos de la vida cambiaron. Al inicio a algunos les costó mucho, pero nos adaptamos. Ahora regresar a la presencialidad requiere volver a adaptarse y las quejas parten otra vez.

En las organizaciones, se actualizan los softwares, la gente se adapta y nuevamente se actualizan. Algunas personas lo hacen prontamente y otras con mucha resistencia.

Las transformaciones, los cambios, no son exitosos o dejan de serlo debido a la parte tecnológica o a los procedimientos, son exitosos y dejan de serlo porque las personas adoptan el cambio con gusto o lo hacen con susto. Todo cambio implica que las personas requieren hacer cosas que antes no hacían o  dejar de hacer cosas que antes hacían. Es la motivación, convicción, actitud y compromiso lo que determina la fluidez del cambio.

Es la psicología y no la carpintería lo que predice lo que ocurrirá a futuro con nuestros planes. El cambio debe ser cultural.

Para gestionar la psicología de nuestros equipos necesitamos conocerlos, saber qué los motiva, cómo motivo a cada individuo, a cada grupo. No somos todos iguales, todos podemos entender qué hacer, pero no todos lo haremos con las mismas ganas. El desafío es encontrar cómo este cambio beneficiará a cada uno y conocer los motivadores de cada uno, qué los impulsa que los mueve, cuales son sus propios motivos para la acción.

Cuando las personas entienden la razón del esfuerzo, aparece el entusiasmo, nacen las ganas de hacer las cosas diferentes, sin claridad en la meta, las ganas desaparecen. La comunicación sobre el cómo hacerlo y para qué lo hacemos es indispensable.

Si ven que es una meta que se logrará en conjunto, a beneficio de todos y a cada uno, se activa el sentido de pertenencia, el deseo de aunar voluntades y esfuerzos. Si se percibe como esfuerzo propio a beneficio de otros aparece la sensación de injusticia.

Otro tema que aparece cuando se parte con tareas o roles diferentes es el temor a equivocarse. Si las consecuencias de los errores históricamente han sido negativas, las personas se resistirán más. Hacer cosas nuevas siempre es un riesgo, siempre existe la posibilidad de no hacerlo bien a la primera y si no hacerlo bien asusta, por temor a la crítica, al castigo, la resistencia aumentará.

En las culturas organizacionales donde el error es una oportunidad para aprender, el cambio se abraza con gusto, las personas se comprometen con confianza, no ven su seguridad psicológica amenazada, sino reforzada. Existen organizaciones donde se declara que se toleran los errores, pero en la practica los superiores manifiestan su frustración, intolerancia. En este escenario, los cambios serán cuesta arriba.

Si se interpreta que el cambio hará perder status, beneficios, estabilidad. Es la desesperanza la que guiará nuestras acciones.

Y si se interpreta que las acciones dirigidas hacia el cambio amenazan el futuro, es la ansiedad la que dominará la agenda.

El secreto, es despertar el desafío como interpretación predominante de las tareas. Meta clara, compartida y atractiva, ganancia personal y del equipo al alcanzar la meta. Tareas claras y equitativas para alcanzar el cambio. Festejos en el corto y mediano plazo que refuercen el brío. Acompañamiento cercano que eleve el ánimo y el compromiso. Mostrarles que sí son capaces, que si tienen las competencias. Estos son los elementos indispensables para que las transformaciones y cambios organizacionales no sean dolorosos y fluyan junto con la mejora continua.

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